La coterapia es una práctica común en los grupos de terapia e incluso a veces en terapias de familia cuando están compuesta de muchos miembros. Aunque la coterapia es poco habitual cuando se trata de un sólo paciente debido a los elevados costes económicos que conlleva y a la posible sensación de desigualdad entre terapeutas y paciente, esta práctica puede resultar útil en determinados casos o circunstancias. En este sentido, dependiendo de la complejidad del caso, de posibles influencias del sistema familiar o social del paciente u otras particularidades, el desempeño de la coterapia brinda la oportunidad de acompañar al terapeuta en la exploración de posibles formas disfuncionales que pasan desapercibidas o son difícilmente abordables en su soledad terapéutica o profesional. Por tanto, nos da la oportunidad de poder invitar a otros actores fundamentales en la vida del paciente para que participen en determinados momentos del proceso terapéutico, hacer intervenciones desde otra mirada y trabajar con el otro terapeuta de una forma reflexiva tras la sesión.